¡Transforma tu patio con un hermoso suelo de hormigón hecho en casa con arena de río y cemento!

SUELOS DE CONCRETO

Si estás buscando una solución duradera y resistente para el suelo de tu patio, considera el uso de hormigón. La buena noticia es que puedes hacerlo tú mismo utilizando solo arena de río y cemento. En este artículo, te mostraremos cómo hacerlo.

Antes de empezar, asegúrate de tener todas las herramientas y materiales necesarios. Necesitarás una pala, una carretilla, agua, cemento y arena de río. También necesitarás una superficie plana y nivelada para trabajar.

Paso 1: Preparar la superficie

Lo primero que debes hacer es preparar la superficie en la que se colocará el hormigón. Asegúrate de que esté libre de cualquier material suelto, como piedras o raíces. Si la superficie es muy desigual, es recomendable nivelarla antes de comenzar. Para ello, puedes utilizar una pala y una regla para medir la altura.

Paso 2: Preparar la mezcla

La mezcla de cemento y arena de río debe ser de una proporción de 1:3, es decir, una parte de cemento por cada tres partes de arena. Mezcla bien los materiales secos en una carretilla.

Paso 3: Añadir agua

Agrega agua a la mezcla en pequeñas cantidades. Comienza con una cantidad pequeña y mezcla bien antes de añadir más. Asegúrate de no añadir demasiada agua, ya que esto debilitará el hormigón y lo hará menos resistente.

Paso 4: Mezclar bien

Mezcla la mezcla de cemento y arena de río y agua hasta que obtengas una mezcla uniforme. La consistencia de la mezcla debe ser similar a la de la mantequilla de maní.

Paso 5: Colocar el hormigón

Una vez que tengas la mezcla lista, colócala sobre la superficie preparada. Usa la pala para extender la mezcla uniformemente sobre el área y asegúrate de que tenga un grosor uniforme.

Paso 6: Alisar la superficie

Una vez que hayas colocado la mezcla, utiliza una regla o un nivel para alisar la superficie. Asegúrate de que el hormigón esté nivelado y uniforme.

Paso 7: Dejar secar

Deja que el hormigón se seque durante al menos 24 horas. Asegúrate de que la superficie esté completamente seca antes de caminar sobre ella o colocar cualquier objeto encima.

Conclusión

Ahí lo tienes, un suelo de hormigón duradero y resistente hecho con solo arena de río y cemento. Siguiendo estos sencillos pasos, puedes hacerlo tú mismo sin la necesidad de contratar a un profesional. Recuerda que la preparación adecuada de la superficie es fundamental para garantizar un resultado exitoso. ¡Buena suerte con tu proyecto de suelo de hormigón!